Kate en
GLAMOUR en español
Marzo 2002
Kate, nuestra heroína
Sí, Kate Winslet es una heroína en la pantalla
(fue una amante osada en "Titanic", y ahora, una feroz intelectual en
"Iris"). Pero, ¿sabes qué? Nos tomamos unas copas de vino con ella y
descubrimos que en la vida real también es una mujer admirable.
Lee y sabrás
Por Leslie Yazel
Fotografías de Walter Chin
*Kate Winslet construye su
felicidad, en vez de esperar a que le caiga del cielo
Ella no espera que los momentos de felicidad hagan su aparición... ella los busca.
"Me niego a dejarme vencer", dice la actriz de 26 años. "No necesito estar
en un ambiente de lujo para sentirme bien. Soy capaz (le encontrar emociones viviendo en
una caja de cartón". Por supuesto, ése no es su caso; es dueña de una casa en lo
alto de un farallón en Cornwall Inglaterra. ¿A qué le debe ese enfoque positivo y
optimista de la vida? A la crianza que tuvo. Pasó toda su niñez en Reading, Inglaterra.
Fue una de cuatro hijos de una familia de clase media que se dedicaba al teatro. Su padre,
Roger, su madre, Sally y sus dos hermanas, Anna y Beth, son también actores.
"Nuestra casa estaba llena de risas y cantos", dice Kate, quien trabajaba en un
restaurante cuando se enteró de que había conseguido su primer contrato para hacer una
película, "Criaturas Celestiales", en 1994. (En ese instante estaba preparando
un emparedado y tuvo que salir a la calle para poder gritar de alegría). Nada le ha hecho
olvidar sus raíces y valores. "Siempre me inculcaron que lo importante es cuidar de
la gente que te rodea", manifiesta.
*Lo arriesga todo por su carrera
Kate ha representado con osadía todo tipo de papeles, desde la frágil e ingenua Jane
Austen en "Sense and Sensibility" (1995), hasta la lavandera que trabaja en el
manicomio donde está recluido el Marqués de Sade en "Quills" (2000). Tampoco
le importa dejar de lucir glamorosa en la pantalla: en "Holy Smoke", 1999, dejó
que la orina corriera por sus piernas (bueno, en realidad era solución salina). En
"Iris", un drama que se estrenó el pasado mes de febrero, enfrentó un nuevo
desafío. En esta película hace el papel de la novelista Iris Murdoch (Judi Dench encarna
a Iris en sus últimos años). Representar a Iris Murdoch, quien fue considerada "la
mujer más brillante en Inglaterra", no fue una tarea fácil. "Iris no era
exactamente hermosa, pero tenía algo en su alma que hacía que la gente la
admirara", dice Kate, quien usó una fea peluca y casi no llevó maquillaje para
representar su papel. "Me encanta librarme de todo artificio y mostrarme tal como
soy", afirma.
Kate fue su crítico más feroz mientras interpretaba a Iris Murdoch. "Se molestaba
con ella misma si algo le salía mal", dice Richard Eyre, el director del "Ella
toma muy en serio su trabajo". Y también recupera las fuerzas muy rápido.
"Todos cometemos errores. Pero es una pérdida de tiempo sentarse a lamentarse por
ellos", afirma Kate.
En el set de Iris, Hugh Bonneville, su coestrella, la bautizó con el sobrenombre de Butch
(ruda), para vengarse de las bromas que ella le hacía. "Estábamos rodando escenas
de natación en agua tibia", dice Kate riendo. "Y Hugh salía del agua
constantemente con aspecto patético y tiritando de frío para cubrirse con una enorme
manta. Por eso lo apodé Nancy Boy. Personalmente, ¡prefiero que me crean una mujer ruda
antes de que me consideren una llorona!"
* Le encanta su figura
Kate no es la típica actriz esquelética. Por el contrario, es una mujer curvilínea de
1,70 metros de estatura (5'7") que está conforme con su físico. Aceptar su cuerpo
le costó trabajo, sobre todo por lo mucho que el mundo se ha interesado con cada
fluctuación de su peso. En la escuela le llamaban Ballena, y soportó los comentarios
sarcásticos de un periodista que, durante el Festival de Cine de Venecia de 1999,
escribió: "Kate lucía un poco gorda". Para ella, hablar de peso es un tema
"muy aburrido".
"He escuchado críticas y elogios por mi manera de ser. Y siempre digo que me pueden
criticar... me siento feliz así, tal como soy", alega. "Me enorgullece mostrar
mi figura en la pantalla. No hay nada peor que ver a una actriz enseñando en las escenas
de desnudos un cuerpo tan fabricado que parece imposible que una persona de carne y hueso
luzca así. No hay razón para que tengamos cuerpos súper esculturales. Nada es perfecto.
Hay que aceptarse tal como vienes al mundo".
* Ni siquiera la soledad le hace
perder su fuerza
En septiembre, Kate se separó de su esposo, Jim Threapleton, de 28 años, asistente de
dirección y padre de su hija Mia, de 17 meses. "En un matrimonio uno puede llegar a
un punto en el que se da cuenta de que las cosas ya no funcionan", dice la actriz.
"El hecho de que existiera la posibilidad de que un sentimiento negativo afectara la
personalidad o la vida cotidiana de Mia, marcó el momento de ponerle fin a la
relación". Pero insiste en que la ruptura fue de mutuo acuerdo, y niega los
comentarios de que hubo una tercera persona involucrada. "La gente quiere creer que
hay otra razón. Pero fue una separación sorprendentemente amigable. Eso da una
sensación de fuerza", asegura.
Esa fuerza está ayudando a Kate a mantenerse optimista con respecto a sus otras
relaciones, en particular la actual, con el director de American Beauty, Sam Mendes, de 36
años, al que conoció en julio cuando él le pidió que participara en una obra teatral
(ella no aceptó). "Pero el romance comenzó mucho después de que Jim y yo nos
separáramos", explica. "Y luego llegó el amor". ¿Kate está en la
gloria? "Sí, ¡soy muy feliz!"
*Combina exitosamente el trabajo y la maternidad
"He leído artículos donde las actrices de cine que tienen hijos dicen: 'Oh, en
realidad mi vida no ha cambiado. Todavía puedo ir a trabajar.. y tener tiempo libre para
salir a cenar'. ¡Esa es la mentira más grande que he escuchado en mi vida!", grita
Kate, quien ve programas de televisión infantiles, cocina y prepara biberones. ¡Y que ni
se nos ocurra bromear con que ella no cambia pañales sucios! "¿Estás jugando? Yo
te podría decir el número de veces por día que tengo que cambiar a Mia, y hasta la
consistencia que tiene su..." exclama Kate quien sólo trabajó cinco semanas durante
el primer año de Mia. "Soy madre a tiempo completo. La manera en que preservo mi
amor por la actuación es no abrumándome de trabajo. El día que despierte tan exhausta
que ya no tenga ganas de actuar... entonces, ése será el momento de retirame" |